viernes, enero 26, 2007

12o. Simposio Internacional sobre Museos Escolares


Tendrá lugar en Bergen, Noruega entre los días 27 y 30 de junio de 2007 bajo el tema central de la identidad.
"Ciertamente, la/las identidad/identidades tienen diferentes significados, en diferentes niveles, en diferentes contextos" dicen los organizadores en su convocatoria y continúan:
Se puede hablar de identidad y construcción de identidades en niveles nacionales, regionales o locales; y también enfocado en las historias individuales y en la creación de identidades.
Cualquiera sea el nivel de comprensión del concepto el mismo tiene mucha importancia para los que trabajamos en el campo de la historia de la escuela.
Deseamos tratar el concepto de identidad desde las perspectivas de la escolarización y educación - ya sea desde la historia o en el presente- o, más específicamente en el nivel de la museología escolar.[...]
Finalizan la invitación con un interesante desafío: "Tenemos grandes expectativas de que alguno de Uds. puedan contestar la difícil pregunta: ¿Sobre qué clase de identidad/identidades trata mi museo?"
Los resúmenes de comunicaciones se reciben hasta el 1 de mayo de 2007.
El idioma de trabajo del simposio será el inglés.
Para mayores informaciones dirigirse a:
Maja Zahl
Bergen City Museum
Postboks 4052 Dreggen
N-5835 Bergen
NORWAY

maja.zahl@bymuseet.no

Website:

www.symposium2007.no

http://www.bymuseet.no/

viernes, enero 19, 2007

«Moodi, ya he aprendido mi lección!» Una escena de lectura y escritura en una escuela coránica

El escritor Amadou Hampâté Bâ nació en Bandagiara, Mali, en 1900, y murió en Abidjan, Costa de Marfil, en 1991. En el año de su muerte se publican sus memorias, con el título de «Sur les traces d’Amkoullel, l'enfant peul». De ese texto rescatamos la siguiente escena de enseñanza, correspondiente a la escuela coránica del sabio Tierno Bokar Salif Tall, un renombrado intelectual del islamismo subsahariano y maestro espiritual de Amadou. La escena es de 1908 y está situada en Bandagiara. Agradecemos a Anne-Marie Chartier por habernos acercado este texto.

« Mis días no variaban mucho. Nielé me despertaba antes de la salida del sol. Me afeitaba, hacía mi plegaria de la mañana y luego corría a la escuela donde me esperaba mi tablilla, que llevaba aún el texto coránico escrito el día anterior. Me instalaba en un rincón y lo recitaba en voz alta para aprenderlo de memoria. Cada alumno recitaba su lección en voz alta sin preocuparse de los demás en un bullicio indescriptible que, curiosamente, no molestaba a nadie. A eso de las siete, si yo sabía bien mi texto, tomaba mi tablilla e iba hacia Tierno. Él permanecía generalmente en el vestíbulo de su puesto, o más raramente en su habitación. "Moodi! (maestro!)", le decía yo, "ya he aprendido mi lección!". Yo me sentaba a sus piés y recitaba mi texto. Si él estaba satisfecho, yo podía ir a lavar mi tablilla para escribir en ella los nuevos versículos cuyo modelo él me daba. Si no, yo conservaba mi lección del día anterior y la revisaba hasta el día siguiente, pero ello me implicaba por lo tanto un día de retraso sobre el tiempo del que disponía para terminar el aprendizaje del Corán - período que era tradicionalmente de siete años, siete meses y siete días, aunque algunos alumnos más capaces, como mi gran hermano Hammadoun, lo podían terminar mucho más pronto. Cada lección no aprendida era castigada por Tierno con algunos golpes suaves de liana o, castigo más doloroso, de un tirón de orejas. Pero eso me parecía bastante suave al lado del trato que había conocido en Bourgoni con mi padre Tidjani - y sin duda al lado del trato de un gran número de maestros de escuela coránica de la época.
« Después de haber copiado mi nuevo texto se lo presentaba a Tierno. Él lo corregía, luego lo leía en voz alta mientras que yo lo seguía desde el comienzo de mi índex. Al retornar a mi rincón, yo lo repetía diez o quince veces, lo que me llevaba hasta las ocho de la mañana. Tierno me daba entonces permiso para volver a mi casa.»

Amadou Hampâté Bâ: «Sur les traces d'Amkoullel, l'enfant Peul», Paris: Actes Sud, Colección Babel, 2000. 1º edición de 1998, pp. 58 - 59

jueves, enero 18, 2007

Museos escolares 13


British Schools Museum Children


A Brief History of the British Schools Museum Children have been taught on the museum's historic site in Queen Street, Hitchin since 1810. The unique cluster of school buildings and classrooms is as much the reason for the museum's existence as is their contents.
In 1808 William Wilshere, a highly respected Hitchin solicitor and resident, had attended a lecture in Hitchin by Joseph Lancaster. Lancaster, often described as the 'father of elementary education' was promoting his views about education - and what to do about it.
Wilshere, like Lancaster, was concerned at the number of young boys who were roaming the streets and causing trouble.
Lancaster explained his ideas for educating the children of the working poor. At that time it was generally considered that to attempt to educate them was not only unnecessary but likely to be detrimental to them - it would give them ideas above their station! Consequently there was no funding, and no schools.
Wilshere, however, decided that the children of the town should have the opportunity and so he founded a 'Lancasterian' school in an old malthouse which he owned.
Children were taught by the methods expounded by Lancaster. One Master taught a number of the older and more able children; they then passed onto others what they had learned. Initially the school was for boys only, but by 1819 girls were being taught as well.
The school became very popular and in 1837 the great Lancasterian Schoolroom was built to accommodate the numbers of boys who flocked there to learn.
In 1851 the poet Matthew Arnold, one of Her Majesty's Inspectors of Education, inspected the site. As a result of his recommendation, the Galleried Classroom was built in 1853, providing light and airy accommodation for 110 boys taught sitting on rows of benches.
In 1845 the ancient malthouse had been involved in a disastrous fire that swept along Queen Street. It had been repaired - but badly and so, in 1856/57, it was pulled down and replaced by the handsome Infants' and Girls' School. At the same time, a pair of houses for the Master and Mistress was built.
The final addition came in 1905 when the 'Edwardian' classrooms were added alongside the Lancasterian Schoolroom. The site has changed little since that time.
In 1925 the Trustees of the British Schools handed the site to Hertfordshire County Council, and the site became known as Queen Street Infants' School - and later Queen Street Junior School.
In 1969 the last school on the site closed, but the buildings continued to be used as Hitchin College's Community Annex.
When the site was offered for sale by Hertfordshire in 1990, the present British Schools Trust was formed to save the buildings from redevelopment and to develop the British Schools Museum.
The site is now extremely important to the history of elementary education that it portrays. We have yet to find another schoolroom built to Lancaster's specification, with the supporting pillars marking the teaching aisles still in place, surviving anywhere else in the world. All the buildings are Listed Grade 2, with the Boys' School being Grade 2*.
All of these buildings (except the headmistress's house) and classrooms are furnished and can be seen when the museum is open.


Véase: