jueves, febrero 02, 2006

Persistencias de la lectura colectiva en alta voz


En un post anterior (véase archivo 5 de enero de 2006) enfatizábamos la ruptura que implicó el descubrimento de la lectura silenciosa como práctica individual frente a las formas colectivas de recuperar la letra escrita como sonido y proponíamos dicha práctica como el momento del giro en las determinaciones mutuas entre lectura y escritura.
Sin embargo, las formas corales de lectura se mantuvieron (y mantienen) persiguiendo diversas finalidades, en diversos espacios y con diversos actores hasta nuestros días, y ahora estamos remarcando las continuidades.
Reformulando el análisis, ya no en términos de sucesión diacrónica de fases, sino en la persistencia de fases "anteriores" en fases "superiores", sería posible pensar una concreta cultura histórica o actual, como una heterogénea combinación de prácticas sociales de escritura y de lectura.
La ilustración perteneciente a Eunice Pinney nos muestra a un grupo de campesinos reunidos un sábado por la noche para la lectura colectiva, quizá de la Biblia, a comienzos del Siglo XIX. (¿en Connecticut de donde proviene la pintora folk?) *
La lectura en grupo en zonas rurales alrededor del fuego recupera la larga tradición del relato en las culturas orales en función del ocio o de alguna ritualidad inmersa en el contacto cara a cara de los participantes.
Encontramos registros entre los sectores de las elites y aquí remitimos a aquella escena del film el Gatopardo con toda la familia aristocrática escuchando leer al padre en el salón junto a la chimenea.
Durante el período de la Francia de 1789 encontramos convocatorias y sugerencias para leer el periodismo o la Enciclopedia en grupos de revolucionarios, práctica que es posible rastrear entre los anarquistas y otros grupos políticos en el siglo XX, versiones seculares del control benedictino de la ortodoxia o estrategia pragmática de difusión en sociedades o sectores escasamente letrados.
Leer u oir leer marca diferenciaciones entre los participantes de la escena de lectura que pueden señalar indicios de subordinación, simple diferenciación de roles o diferenciación jerárquica, o sometimiento al poder, entre otras posibilidades.
Podríamos realizar una recopilación de formas escolares en que ambas prácticas, lectura en silencio y en alta voz, tuvieron lugar, así como diversos discursos de defensores y/o detractores de una u otra práctica en el momento de constitución del discurso pedagógico casi en paralelo con la constitución de los sistemas educativos.
La ilustración fue tomada de http://lectura.dgme.sep.gob.mx/galeria/indice.html un sitio de promoción de la lectura de la Subsecretaría de Educación Básica Dirección General de Materiales Educativos de la SEP en México.
Bajo el título "La lectura en imágenes" se ofrece una galería de obras de arte señalando que:
"La lectura y la escritura son actividades que atraviesan cada una de las facetas de nuestra vida cotidiana. No sólo en los libros están presentes, sino que las podemos encontrar entrelazadas con el resto de las artes, así como con las actividades comunes de nuestro diario acontecer.
Aquí encontrarás una muestra de la lectura como pretexto, símbolo y presencia en la obra gráfica de artistas y creadores de muy distintas épocas de la historia."
Volveremos con otros sitios de la web con parecidas intenciones que pueden ser de utilidad en caso de encarar una Historia Iconográfica de la Lectura y Escritura en la que la imagen se convertiría en fuente primaria principal.
* Agradecemos a Alejandra Vasallo la traducción de "cotters" por campesinos o aparceros.

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